Actualización enero 2022: el curso piloto fue un éxito con 30 participantes y lo repetimos en marzo de 2022

Hace algún tiempo leí un tuit de una correctora que decía algo así:

No subestimes la tecnología. Las herramientas son nuestras aliadas y tenemos que manejarlas con soltura para realizar bien nuestro trabajo.

Correctora tuitera pro

Sí señora, más razón que un santo. Nos vale en la corrección, nos vale en la traducción. Peeeero. Hay que añadir matices al trasladar esto a la gestión del conocimiento.

Yo que soy muy manitas con la tecnología y muy de probar todas las aplicaciones que van saliendo, me tengo que andar con mucho cuidado, porque me distraigo con funcionalidades nuevas y con la frescura que trae cambiar de entorno.

Para que el proceso de gestionar lo que te interesa de todo aquello que lees, ves, conversas y piensas (de todo el conocimiento que consumes y que te llega) sea eficiente y coherente no puedes estar cambiando de aplicación cada dos días.

Necesitas apoyarte en procesos, en un flujo de trabajo, en una filosofía concreta pero flexible que te guíe en el proceso de trabajar con todas esas ideas que merece la pena guardar.

El matiz más importante que añadir al tuit de nuestra correctora es: la tecnología y las aplicaciones suelen evolucionar a pasos agigantados, pero el proceso creativo no.

El proceso creativo (y no me refiero solo al arte, sino a cualquier expresión creativa, como escribir esta entrada o dar una charla, por ejemplo) no cambia: captura información, organízala para encontrarla más tarde y poder aplicarla, digiérela y resúmela para expresarla desde tu punto de vista y añadiendo tus conclusiones.

Hace algunos años, antes de sumergirme en estos principios, a mi forma de gestionar el conocimiento no es que le faltara coherencia, lo peor de todo era que no me funcionaba. Desde siempre me ha encantado el papel, el medio físico. Me compraba los cuadernos más bonitos y los mejores bolis y rotuladores.

A cada curso online, máster o seminario en el que me matriculaba le asignaba un cuaderno nuevo. Tenía sentido en ese momento: tendría toda la información sobre ese curso y tema en un mismo sitio.

Si lo trasladamos al orden en la casa sería lo mismo que ordenar por fecha de compra y por tienda. En vez de buscar los pantalones nuevos en el armario, te irías a buscarlos a la alacena, donde tienes el paquete de arroz que compraste ese mismo día. Muy eficiente no es.

En 2019 me enfrenté a un Trabajo de Fin de Máster con mucha frustración. No sentía que la manera de trabajar con lo que iba leyendo y aprendiendo tuviera sentido. Esta sensación de «estar haciendo algo mal» me llevaba acompañando mucho tiempo en cuanto a cómo interactuaba con la información que consumía. A raíz de seguir buscando soluciones, me topé con el curso de Tiago Forte Building a Second Brain y me apunté sin pensarlo a su octava edición. Fue por aquel entonces el curso más caro al que me había apuntado nunca: 500 dólares. Pero como su promesa solucionaba mi lucha eterna, no lo dudé ni un segundo: un sistema para organizar tu conocimiento.

Y eso es lo que yo creía que necesitaba: organizar mis notas, mis libretas, tenerlo todo bien puestecito en su sitio. Como pasa a menudo, lo que yo creía que quería no era lo que de verdad necesitaba. Lo que yo necesitaba y lo que me proporcionó el curso fue un sistema basado en principios básicos adaptables a casi cualquier herramienta digital para que gestionar mi conocimiento me llevara a usarlo de forma activa y con asiduidad en proyectos profesionales y personales:

  • empecé a escribir entradas semanales en este blog;
  • terminé todos los cursos que tenía pendientes y he ido aplicando sus conceptos en vez de dejarlos apuntaditos en mis libretas;
  • empecé a colaborar con amigos y amigas en proyectos personales;
  • en 2020 Tiago me contrató como mentora en su curso, en Building a Second Brain, y ahora en noviembre de 2021 voy a serlo por tercera vez;
  • he ofrecido talleres sobre diversos temas en mi empresa, en otros cursos y a las personas que leen mi blog;
  • leo menos libros y hago menos cursos que antes, pero los disfruto más y les saco más partido;
  • tengo ancho de banda para llevar a cabo proyectos personales que me llenan.

En marzo de 2020 le propuse a Sönke Ahrens traducir su libro How to Take Smart Notes al español. Gracias a las lecciones al trabajar tan de cerca con el texto de Sönke, a su generosidad y mentoría desde entonces he podido sumergirme todavía más en la gestión del conocimiento y en sus muchos matices. Si quieres empezar por algún sitio y enterarte de qué va todo esto, su libro es un gran comienzo.

También es posible que lleves un tiempo dándole vueltas a tu sistema o a tus hábitos actuales. Puede que hayas leído blogs y visto vídeos sobre aplicaciones de notas aquí y allá. Que te parezca interesante pero que no sepas cómo avanzar y que te pierdas con la terminología: ¿BASB? ¿Zettelkasten? ¿PARA? ¿CODE? ¿Jarl?

Hazte una pregunta: ¿Sientes que el conocimiento que te llega y que lees en libros y artículos se te escapa entre los dedos, cómo si cogieras un puñado de arena? ¿O más bien lo ves como una ola gigante que se te viene encima y de la que no ves escapatoria?

En mayo de 2021 colaboré con la startup suiza Education Architects y ofrecimos el primer curso online sobre gestión del conocimiento en alemán, inspirado en los conceptos de Building a Second Brain.

Ahora lanzamos la segunda edición y en paralelo voy a ofrecer la versión piloto en español, la cual lancé el viernes a los suscriptores de mi newsletter y al que ya se han apuntado una docena de personas maravillosas: ¡GRACIAS!

Voy a enseñarte los principios de los que te hablo hoy en esta entrada y darte espacio para que los adoptes y los adaptes para que el conocimiento fluya en tus proyectos y en todo lo que te propongas.

Voy contestando preguntas según me llegan y las añado a la página, pero escríbeme si no te cuadra algo a: guia.carmona@edu-architects.org

Es una maravilla contar con el equipo de eduARC y no lanzar un curso sola. Gracias Georg, Ana Laura, Seraina y Robin. ¡Las casualidades bonitas!

Escrito por:Guía Carmona

3 comentarios en “Por qué instalarte una nueva aplicación de notas no va a solucionar tus problemas con la gestión del conocimiento

  1. ¡Muchas gracias Guía! Muy interesante todo el post. Me veo absolutamente reflejado en lo que cuentas.

    Es clave tener claro e incorporado como hábito el flujo de trabajo. Y luego la herramienta, pues ya se verá.

    Un abrazo
    Luis

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  2. Gracias por tu recomendación del libro!! .. He observado que el enlace que has puesto es de AMAZON EEUU. Si alguien pincha el enlace y compra el libro, le cuesta el envio 9 euros y pico en vez de ser gratuito para el que tenga prime, por poner un ejemplo.
    Te lo digo para que lo tengas en cuenta, y puedas añadir el enlace en español si lo crees conveniente, que imagino que si, salvo que por algún motivo de afiliación no entre en tus planes.

    Saludos

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