Mi abuelo Paco era hortelano. Me he criado entre higueras, una vid y un cultivo de patatas y otras hortalizas. La huerta de mis abuelos en Antequera era un paraíso en el que inventar aventuras y echar el verano con mis primos. Aquí una foto que me acaba de mandar mi padre:

Los jardines digitales, jardines mentales, o como yo prefiero llamarlos: huertos mentales (lo de jardín suena demasiado fino, a ensuciarse poco y a tener pocos frutos y demasiadas flores) están creciendo en popularidad y me he topado con varios de ellos durante las últimas semanas.

En mi sangre llevo esto de la tierra y plantar y cultivar, entre mi abuelo y mi madre, que es la persona con más mano y más paciencia para las plantas y las flores, he acogido esta idea del huerto mental con mucho entusiasmo. Es mi oportunidad para brillar en el mundo verde.

Aprender está muy relacionado con cultivar un huerto, un patio o un jardín, se requiere la misma humildad. Bregman escribe en este artículo de Harvard Business Review que antes de demostrar que entiendes algo, tienes que desarrollarlo. Es necesario preguntar, tener una mentalidad abierta, escuchar y aprender. Para todo eso se necesita humildad. La humildad es no saber.

Un huerto mental es un espacio digital para compartir tus notas. Así lo explica Anne-Laure Le Cunff, ex-Googler y creadora de Ness Labs en su propio huerto mental «Mental Nodes» (nodos mentales). Propone la siguiente estructura (traducción propia):

  • Semillas: planta contenido de calidad en tu huerto y cultiva curiosidad. Al tomar notas plantas semillas en tu huerto mental (tomar notas literales es inútil). Estas notas no tienen por qué ser publicables.
  • Árboles: cultiva tu conocimiento formando nuevas ramas y conectando los puntos. Escribe notas cortas y estructuradas en las que articules ideas específicas y publícalas en tu huerto digital. Una nota de tu huerto = una idea.
  • Frutas: crea contenido. Estas piezas tienen más sustancia—ensayos, vídeos, con el tiempo quizás un libro. (…)

La idea de los huertos digitales me recuerda en partes al sistema Zettelkasten o caja de notas del sociólogo alemán Luhmann. Sönke Ahrens ha descrito el sistema en su libro How to Take Smart Notes, que pronto resumiré aquí en el blog. Estoy en ello, es un libro fascinante.

Me parece que un huerto mental no servirá mucho para que otras personas aprendan con tus notas; quizás sí que les parezcan curiosas algunas ideas sobre algún tema que les interese o les sorprenda. El contexto de tus notas lo conoces tú y un entramado con tantas conexiones puede ser confuso.

Lo que sí creo que aporta un sistema de notas público es dar visibilidad a una forma de aprender y crear diferente, que se centra en descargar el proceso de aprendizaje y de interacción con la información en un sistema externo. Al entrelazar ideas y conectar áreas, esta forma de aprender no depende de procesos internos como el aprendizaje memorístico o externos como la separación del conocimiento en asignaturas como en la enseñanza tradicional.

Yo todavía no tengo un huerto digital (ahora sí que tengo un huerto digital con mi amigo Roman, aquí puedes leer más sobre este proyecto), pero según mi corta experiencia publicando en este blog, cuando escribes algo para ti el resultado suele ser bastante diferente a si lo publicas en internet y lo compartes. Si escribes (y consumes información previamente) para crear contenido, lo haces de una forma más intencionada, atenta y prestas atención a detalles que se te escaparían si no tuvieras un objetivo.

Por esta razón me puedo imaginar que el mero hecho de publicar notas en línea hace que te esfuerces más en buscar conexiones y en escribir las ideas de forma más clara. Sin embargo, creo que el entramado de notas e ideas no está diseñado para ser bonito ni estético, porque puede que se pierda demasiado tiempo en las formas en vez de crear contenido más elaborado. Aunque yo abogo siempre por la belleza y no me parece algo superfluo. Aquí hablé de eso.

Otra desventaja es que hasta ahora el software y las opciones para crear un huerto mental no son muy accesibles y están lejos de aplicaciones Low-Code y No-Code (como por ejemplo Notion). Anne-Laure ha creado un tutorial (en inglés) de cómo usar Tiddly Wiki para crear una versión propia de huerto digital.

En Notion, la aplicación que uso para mis notas, ya desde el principio escogí el emoticono de hortelana porque es una metáfora que funciona muy bien con cultivar conocimiento. Teniendo un abuelo hortelano y una madre con tan buena mano me hace especial ilusión tener mi versión de huerto mental y me veo en esta figura muy fácil y alegremente. Es un poco friki pero gracioso también.

En este tuit Anne-Laure ha nombrado a varios hortelanos digitales, por si os interesa cotillear. Y su huerto está inspirado en el Andy Matuschack.

¿Te interesa el tema de los huertos mentales? ¿Te ves creando uno o no es para ti? Escríbeme en los comentarios 🙂

La foto de la entrada de hoy es una acuarela pintada por mi padre, Paco Carmona. Hoy queda todo en familia.

Escrito por:Guía Carmona

Un comentario en “Tu mente es un huerto

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