Os presenté a Niklas Luhmann y a su fichero de notas aquí la semana pasada, en la primera parte de esta serie. He estado pensando esta semana en lo impresionante que suena su historia y todo lo que le rodea: «Funcionario de la administración en Alemania se aburre y termina un doctorado en sociología en un año. Durante su exitosa carrera de profesor universitario escribe unos 70 libros y 400 artículos. Promete que nunca se obliga a escribir y que su secreto está en un mueble de madera con cajones en el que guarda cartulinas del tamaño de una postal con una idea por carilla. Conecta las notas numerándolas y así crea un instrumento externo con el que piensa y escribe sin mucho esfuerzo».

Me imagino que la mayoría pensará que esto son cosas de genios y de superdotadas. Que no vale la pena intentarlo. Sin embargo, las dos ventajas principales del sistema del fichero de notas son, en mi opinión:
1) Es muy sencillo, tanto de explicar como de poner en marcha. No es simple. Pero sí sencillo. Ya escribí en el post anterior que los sistemas sencillos no suelen dar mucha confianza. En este caso, cualquiera puede empezar a trabajar con él. Hago hincapié en el «trabajar con él» y no «a crear el sistema». Se trata de integrar el sistema en tu flujo de trabajo y no crear un sistema de notas porque sí.
2) En cuanto empieces ya nunca te enfrentarás a una hoja en blanco con angustia y con miedo. Al tomar notas y a guardarlas en el mismo sitio siguiendo un sistema y un flujo de trabajo, ya no tendrás que empezar de cero ni buscar sufriendo durante horas en tus libros, en artículos, en los favoritos de tu navegador, en los 800 documentos de Word que tienes guardados y en tus cuadernos físicos.
Ahora que conozco y uso esta estructura me pregunto qué queremos alcanzar (y que quería yo antes) subrayando libros, apuntes y artículos. O doblando la esquinita de la página de un libro en la que hay un párrafo que nos ha gustado. O copiando una cita en nuestra agenda o cuaderno. ¿A dónde van a parar todos esos trocitos de información tan geniales, esas ideas tan buenas que hemos pasado tantas horas leyendo? ¿Ese chiste del Chiquito de la Calzada que querías usar en la introducción de tu TED Talk? Es que vaya pena mi yo del pasado con el agobio de no ir a ninguna parte con la gestión de mi información.
Después de este párrafo tan melancólico, pasemos a explicar cómo funcionaba el sistema del fichero de notas de Luhmann. Hay bastante información en inglés y en alemán sobre el tema en internet, pero parece que hay una obsesión por imitar milimétricamente cada paso de Luhmann. Creo que Sönke Ahrens hace un muy buen trabajo en su libro destilando los principios en los que se basa el sistema. Hoy me voy a centrar en los elementos del fichero y en su funcionamiento.

Luhmann trabajaba con dos ficheros:
- El primero, contenía la bibliografía. Por una carilla de la nota escribía los datos del libro o artículo que estaba leyendo, ya con el formato que usaría en sus manuscritos. Por la otra carilla, incluía una descripción breve del contenido.
- El principal fichero era dónde coleccionaba y generaba ideas. Actuaba como compañero de conversación, al que él añadía respuestas de lo que iba leyendo. Las notas de este fichero nunca eran citas textuales, sino casi traducciones propias de lo que significaba para él lo que acababa de leer. Tenía en cuenta las otras notas del fichero para poder conectarlas.
Luhmann no organizaba las notas por temática. En el fichero principal cada nota estaba numerada y cada una contenía solamente una idea. Si quería extenderla, seguía en otra nota y añadía una letra al número. Por ejemplo: 32, 32a. Conectaba las notas alternando números, comas y barras. Un ejemplo en el libro de Sönke de una de las notas sobre causalidad y teoría de sistemas es: 21/3d7a7, seguida de 21/3d7a6.
Por último, mantenía un índice en el que referenciaba algunas notas que servirían de punto de partida para ciertos hilos argumentales. De esta manera se podía permitir mantener el sistema sin jerarquía ya que, como he mencionado anteriormente, las notas no estaban organizadas por temas. Notas que él pensaba que podían conectarse no tenían porqué estar en fila una detrás de otra. Por eso las conexiones con números, letras y símbolos, para poder ramificar los argumentos.
Estamos acostumbrados a organizar información por temas. Esto nos persigue desde el colegio con las asignaturas: «matemáticas», «lengua», «biología». Lo que parece algo práctico y sensato al final va en contra del funcionamiento de la naturaleza y del mundo en general: todo está interconectado.
El sistema puede parecer muy complejo. Pero la clave está en entender cómo trabajar con esta estructura externa que nos permita pensar y que compense las limitaciones de nuestro cerebro. Si te gusta escribir a mano no hay ningún incoveniente en replicar el sistema a mano. Pero entiendo que hoy en día lo digital prevalece.
Hay varias herramientas y aplicaciones que permiten este tipo de estructura: Evernote, Notion, OneNote, Roam Research, Bear y un largo etcétera. Hay opiniones y después hay más opiniones sobre todas ellas, con sus ventajas y desventajas. Es lo que tienen las herramientas, que ninguna es perfecta. Lo importante es quedarse con los principios y no perderse en la aplicación nueva que acaba de salir.
Espero que pronto, si a ti tampoco te sirve, dejes de subrayar y de doblar la esquinita de esa página tan extraordinaria del libro que estás leyendo. Si encuentras alivio en estas ideas, escríbeme, aquí en los comentarios, o por mail o Twitter, que yo sigo en el camino de encontrar soluciones y poco a poco el proceso mejora 🙂
Esta entrada es la segunda de la serie (aquí Parte I). Este es el libro que ya he mencionado arriba que me dio a conocer el principio del fichero de notas de Luhmann: How to Take Smart Notes de Sönke Ahrens (en inglés). Os lo recomiendo si queréis profundizar en el tema.
Hola!, llegué aquí porque vi tu comentario en el Discord de Mariana. Wow no sabes qué alegría me da leer y conocer de este sistema. Soy la típica que se siente atraída por escribir en cualquier superficie en cualquier momento, pero que cuando mi esposo me regala »ese cuaderno perfecto» para escribir, se queda en blanco durante años
Me intimida pensar que la idea que escriba allí no será la idea »perfecta». Entonces termino como siempre escribiendo en servilletas o cualquier papelito mal tirado por ahí.
Este sistema me viene como anillo al dedo!!! Y uff, lo de subrayar textos y doblar esquinas de los libros, que manía! Y claro al final no sirve de mucho o casi nada. Estoy ya preparando un espacio para iniciar mi fichero…
Excelente texto y la explicación. Gracias.
Un abrazo,
Edra Marie
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Hola Edra Marie, ¡muchas gracias por tu comentario!
Me alegro yo también un montón de que te haya resultado útil el método y que veas que te soluciona el problema de los cuadernos. Yo me veo ahí súper identificada, tengo miles de cuadernos preciosos y he estado años sin saber qué hacer con ellos. Es un poco paralizante y agobiante, la verdad.
Espero que tu Zettelkasten te traiga muchos buenos momentos al saber que estás trabajando con un sistema que te es más útil que los cuadernos vacíos. Escríbeme si tienes cualquier duda.
¡Un abrazo!
Guía
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¡Hola!
Felicitaciones por tu blog. Fue una coicidencia encontrarme con temas que vengo hace un rato investigando como el estoicismo y el Zettelkasten (ya me suscribí al newsletter).
He investigado bastante el zettelkasten pero a pesar de entender la idea general me falta un ejemplo práctico para poder llevarlo bien. He transferido a obsidian (similar a Roam Research) todas las notas que tengo en otras 3 apps y una libreta física pero ahora siento que está todo desordenado sin una estructura que me permita reutilizarlas bien mas adelante.
Quería preguntarte por algún video, artículo o libro que me puedas sugerir para comprender mejor su uso en la práctica.
¡Gracias y mucho éxito con tu blog!
Saludos desde Chile,
Pablo
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Hola, Pablo:
Gracias por tu comentario y por leerme, ¡me alegra que te guste el blog! En cuanto a libros que traten el tema te puedo recomendar el que acabo de traducir, El método Zettelkasten, que saldrá en español en unos días: https://unbuenplan.blog/2020/08/16/how-to-take-smart-notes-de-sonke-ahrens-en-espanol-a-partir-de-septiembre/
Trata justo sobre los principios que están detrás del sistema de Zettelkasten. Lo que dices de que sientes que «está todo desordenado sin una estructura que me permita reutilizarlas bien mas adelante», lo entiendo perfectamente. Yo tengo el problema de querer tener siempre mis notas bajo control, pero a veces la falta de estructura es necesaria. Lo que tienes que buscar son principios a los que atenerte para poder confiar en soltar el querer «organizar», no sé si me explico.
Esta serie de posts de mi amigo Ramses (en inglés) también está muy bien, echále un vistazo: https://ramses.blog/how-take-notes-part-1/
¡Un abrazo!
Guía
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Querida,
Pedazo de blog que tienes, hace tiempo que un blog en español no me entusiasmaba tanto!! (te he conocido en el grupo de Telegram Mujeres que escriben, por cierto).
En especial esta serie de posts creo que me va a cambiar la vida… Yo soy de las que subrayan libros y recolecta artículos y luego no sé qué hacer con ello. Me recomiendas sí o sí el libro de Cómo Tomar notas, verdad?
Un abrazo!
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Querida Amparo:
Mil gracias por tu comentario, como te podrás imaginar, que me escribas cosas así me hace una ilusión tremenda. Y qué bien que vengas del grupo de Mujeres que escriben <3. Te recomiendo el libro El método Zettelkasten, que creo que es del que hablas (en inglés How to Take Smart Notes) de Sönke Ahrens, que traduje el año pasado. Aquí te dejo el enlace: https://amzn.to/3qJztrM. Si tienes alguna duda, avísame. Este sábado que viene también imparto un taller sobre organización digital y también toco el tema de la toma de notas, así que si te apetece también te lo dejo por aquí: https://unbuenplan.blog/2021/01/31/definir-tus-proyectos-y-areas/
Y para lo que sea, me avisas.
Un abrazo!
Guía
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Hay una edición en Kindle en español del libro El método Zettelkasten: Cómo tomar notas de forma eficaz para impulsar la escritura y el aprendizaje de estudiantes, académicos y escritores de no ficción
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